Lovely Rose [La magia del rubí]

Capitulo- 8                                        -La magia del rubí-

Unos cuantos días después…

El mayordomo de la casa Phantomhive, toca la puerta del despacho de su joven amo, dándole unos suaves golpecitos a la madera…

-Adelante… -Pronuncia en un tono firme Ciel, mientras lee unos papeles importantes-

Enseguida Sebastián entra llevando consigo una bandeja con té y un pastelillo de chocolate… Con una leve sonrisa en sus labios, sirve el té que sabia seria del agrado de su amo y lo coloca cerca de él…

-Disfrútelo…  -Leve reverencia, incorporándose con firmeza, estando dispuesto a recibir ordenes-

-… Sebastián ¿Cuándo es la fiesta de Alois Trancy? –Cuestiona en tono bajo, mientras se deleita con el exquisito aroma de aquel té sosteniéndolo-

-Es justamente hoy Bocchan… ¿Esta pensando en ir? –Cierra sus parpados gentilmente sin dejar de sonreír-

-… -Se exalta un poco por su pregunta al tiempo que se sonroja leve- No, no digas tonterías… -Tratando de disimular su pena, lleva la taza de té a sus labios tomando un ligero sorbo, con el ceño fruncido y sus ojos cerrados-

-¿Entonces?

-… Simplemente, tengo curiosidad… De cuales son sus intenciones… ¿Qué es lo que pretende?...

-… -Solo lo escucha serio-

-Por eso, iré… Quiero hablar con él cara a cara… Solo eso –Dejando a un lado sus papeles, prueba del pastel de chocolate serio, cerrando sus ojos-

-… Como usted desee… -Sonríe-

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En la mansión Trancy, la niña rubia, sentada frente al tocador, completamente seria, siente dentro de ella, una ligera y extraña inquietud, por saber si Ciel Phantomhive asistirá a la fiesta, aunque no lo demostraba, pues esa sensación le era muy rara… Grell la peinaba y Suiseisiki se encontraba de pie cerca de ella, mirándola, algo extrañada por la gentileza de Shinku hacia ella…

-…Ese vestido rojo se te ve muy bien My Lady –Comenta Grell al mirar un hermoso vestido rojo que trae Shinku puesto para la fiesta-

-Gracias Grell… Tu también te vez bien

-¡¿En serio?! –Emocionado- ¡Ay eres una!

-Señorita Shinku… -Dice con tono bajo Suiseiseki-

-¿Si?... –La mira-

-Yo no creo que deba estar yo en la fiesta, soy solo una sirvienta…

-Claro, estarás en la fiesta… Y ala vez me servirás a mí…

-… Esta bien –Baja su mirada- (¿Por qué es tan amable conmigo?)…

Comienzan a llegar los invitados, y Alois los recibe alegre, siendo educado con ellos… Mientras Claude va a la cocina para ver si se encuentran listos los bocadillos y la cena para los invitados…

Entra y observa como Sarah decoraba algunos postres…

-Sarah… -Se acerca a ella-

-C-Claude-sama… -Nerviosa al verlo solo baja su mirada y detiene sus acciones-

-Lo estas haciendo bien –Sonríe leve-

-Gracias… -Sin mirarlo-

Se acerca más, parándose detrás de ella, y la abraza rodeando con sus brazos su cintura, era tanta la tentación por probar la sangre de Sarah para saborear su alma, que le da la vuelta y mira sus ojos fijamente, lo que hace que Sarah desvié su mirada muy asustada…

-Vamos… -Susurra al acercarse a su oído- Solo quiero probarte… -Entre cierra sus ojos-

-… -Cierra sus ojos apretándolos un poco sonrojada-

Claude, roza sus labios sobre los de ella, para luego morder el labio inferior de la chica hasta hacerlo sangrar un poco, lamiendo el mismo, deleitándose de ese sabor incomparable, abre sus parpados notablemente y sus ojos brillan tomando un matiz carmín, solo unos segundos antes de volver a su normalidad… Estando ahora convencido que era el alma que el deseaba, se aleja de ella mirando sus ojos esmeraldas, mientras ella lo mira fijamente con el miedo grabado en su rostro, y sus labios pálidos

-¿Q-Que hizo? –Cuestiono Sarah-

-… -Sin responder, solo se lame sus propios labios- (Que delicia…) –Piensa y sale del lugar tranquilamente-

Vuelve a tomar el papel de mayordomo de Alois Trancy… Pues sabe que aun mantiene ese contrato con él, aunque realmente quería romperlo y devorar aquella dulce alma de la chica, también anhelaba el alma de su joven amo… Estaba en un dilema…

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Ciel llega a la mansión trancy en una carroza, que era conducida por sus sirvientes los cuales lo acompañan… El era muy amable y considerado con ellos…

Al bajar de la carroza, Sebastián lo acompaña a la puerta mientras los tres sirvientes se despiden de él solo para entrar por otro lado…

-¡Nos vemos dentro Bocchan! –Exclama emocionado Finny sonriente-

-¡Que se divierta Bocchan! –Dice maylene-

-Si desea algo ahí estaremos… -Agrega Bard y se van-

Ciel solo los observa sin decir nada, luego le dirige su mirada a Sebastián…

-Vamos Sebastián… -Camina-

-Si… -Lo sigue como su sombra-

Apenas Sebastián da un toque a la puerta y esta se abre lentamente, por Claude, quien los mira, y realiza una elegante reverencia

-Bienvenido Conde Ciel Phantomhive… -Se incorpora mirando a Sebastián con recelo-

El simple hecho de que ambos fueran demonios, los hacia ser como rivales…

Como aun faltaban algunos invitados por llegar, mientras esperaban, los invitados que habían llegado con anticipación o puntualidad, eran atendidos en la sala de recepción, se les sirve té y algunos bocadillos…

Para sorpresa de Ciel, su prometida Elizabeth Middleford, estaba también ahí, y cuando lo ve inmediatamente corre hacia él, abrazándolo efusivamente y con gran alegría, como solía hacerlo cada que lo veía…

-¡Ciieeel! –Exclama melodiosamente al abrazarlo- ¡Que bien! Tú también viniste… Ciel te extrañe tanto…

-Elizabeth… -Algo cohibido y tieso no corresponde solo la mira- Suéltame me estas asfixiando… -Trata de quitársela con cuidado y educación-

-Ay no Ciel, ya te he dicho que me llames “Lizzy”… Vamos sonríe, sonríe por favor… -Le sonríe gentilmente-

-… -Solo la mira con seriedad- No sabia que también te había invitado Alois…

-Sí… El conde Trancy me invito… ¡Paula! Los cascabeles… -Mira a su sirvienta Paula-

-Sí señorita… “! Chan, chan, chan!” –Pronuncia cuando agita unos cascabeles-

-Ah… ¡Kawaii!… -Sonríe con sus ojos cerrados-

-… -Ciel suspira con fatiga cerrando sus ojos y tocando con la punta de sus dedos su frente-

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Después de unos minutos… La fiesta había empezado, sonaba la armoniosa y melodiosa música que invitaba a bailar… Así que la mayoría de los invitados bailaban elegantemente en el centro… Ciel solo permaneció de pie aun lado de Sebastián, mirando a todos lados como buscando algo…

-¿Dónde esta Alois Trancy? –Mira de reojo a su mayordomo-

-Dicen que el estaba hace unos minutos por aquí… Justo cuando llegamos nosotros, desapareció… Quizá este escondiéndose de usted Bocchan –Le sonríe-

-… Bueno, no importa…

En eso llega Elizabeth y lo toma de la mano…

-Vamos Ciel, vamos a bailar…

-Pero… -Algo molesto-

-Bocchan… -Apoya su mano en su hombro- Estoy seguro que Bocchan estará encantado señorita Elizabeth

-… Sebastián… -Suspira- Si vamos –Tomando su mano, resignado la lleva a bailar-

Alois se acerca solo para hablar con algunos invitados con esa singular sonrisa, cuando de pronto deja de hablar al percibir un silencio repentino hasta de la música, los músicos dejan de tocar, y parece que todos ponen su atención en Shinku, quien bajaba por las escaleras… Todos ponen una cara de asombro, y comienzan a murmurar y comentar entre ellos “Es hermosa” “Parece una linda y delicada muñeca de porcelana” “¿Quién es esa señorita tan hermosa?”

-¡Oh esa señorita tiene un vestido muy lindo! ¡Kawaii! –Dice Elizabeth al mirarla, sonriendo-

-… ¡Oh prima!-Exclama Alois y alegremente se acerca a ella, para abrazarla- ¡Prima te ves preciosa! ¡Ven quiero presentarte a todos!... –La toma delicadamente de su mano y mirándola con una sonrisa la conduce hacia mas cerca de los invitados-

-Indudablemente la señorita Shinku luce encantadora –Comenta Sebastián al acercarse a su joven amo, inclinándose para susurrarle al oído- ¿No cree Bocchan?

-…

Ciel parece haber quedado perplejo ante la belleza que raramente solo en este momento había encontrado en aquella chica, con sus labios entreabiertos y ligeramente sonrojado, como congelado al verla, no encontraba que palabras decir… Obviamente esta reacción es captada por sebastián, quien percibe algo que a él parece no agradarle mucho… Se incorpora y queda serio…

-(¿Qué le sucede? No entiendo… ¿Acaso será? ) –Piensa y al mirarlo, afila su mirada-

Era tanta la relación de Sebastián y Ciel, esa relación que iba mas haya de “Amo y Mayordomo” La que era formada por el contrato que tenían… De “Demonio y Alma” Lo que le facilitaba a Sebastián el percibir cierta emoción que comenzaba a nacer dentro de su joven amo, lo cual él sabia muy bien, que no le ayudaría en nada…

Por otro lado, Ciel, no pudiendo saber que es lo que sucede, comienza a experimentar esa emoción, nueva y hasta ahora desconocida, que hacia que su corazón acelerara, y sintiera como si quisiera salirse de su pecho… Totalmente desconcertado, logra desviar su mirada, mordiendo su labio inferior con algo de rabia, por no ser capaz de comprender lo que le pasa…

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