lunes, 4 de noviembre de 2013

Teengears [ En riesgo ]





Capitulo.- 16          —En riesgo—





¿Inútil?. Es lo que una y otra vez se pregunta en su mente. ¿De verdad es un inútil?. Quiere cambiar, quiere convertirse en ese héroe que el mundo en este momento necesita. Realmente... quiere serlo.
La venda que cubría sus ojos ha sido arrancada de la forma más violenta. Por primera ocasión lo que han dicho de él, le ha dolido.
Todo este tiempo, ha evitado a sus compañeros, se ha mantenido encerrado en su dormitorio sin olvidar el alimentarse, dormir y asearse bien. No puede descuidar su persona.

Break, ha dejado ir a Jake con Edric a la "misión". Ocupándose de su papel como líder, se dispone a ir por Seungri hasta su dormitorio, necesita saber ¿Qué ha pasado con él?. Quien sabe, tal vez ya se suicidó o algo así, lo que inevitablemente resulta algo alarmante.

—Seungri... sal de ahí.

Eleva gradualmente su voz ante la puerta.

—¿Por qué siempre eres tan infantil?...
—Aquí estoy Break.

Lo escucha atrás de él. Break inmutable se vuelve para verlo directamente y con autoridad.

—Ya deja de jugar y ocúpate en el entrenamiento. —alza su barbilla sin apartar su vista de los ojos ojerosos del chico.
—¡Ah si!... lo acabo de hacer. Ahora estamos en descanso breve.—esbozando todo el tiempo una sonrisa brillante— Justo venía a mi dormitorio, para relajarme un poco.
—Menos mal...

 «No se que le sucede... ¿Me estará mintiendo?. Bah... no tengo tiempo para jugar con este niño.»

—Ya no molestes a Lea. —ordena mirándolo con recelo, algo incrédulo pasa a un lado de el para irse.
—¡Si! —enérgico y con una ancha sonrisa. Se limita a solo verlo marcharse.

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Examinaron y exploraron todo el país en dos horas; no habían cambios, todo sigue igual. Y para no levantar sospechas, Jake y Edric bajan de la nave en un campo abierto, muy cerca a la ciudad de Nueva York . Posteriormente, emprenden su camino a pie.
Estando en medio de edificios y las vías por donde circulaban autos flotantes y de diseño redondeado, que no necesitan gasolina, solo la energía solar. No encuentran a tanta gente a su alrededor, solo unos cuantos, que paseaban viéndolos con indiferencia. Lo que les indica que es seguro el hablar y analizar más a fondo esta ciudad.

—Aún no puedo creer que Break te haya enviado conmigo, como si yo fuera un niño que no puede hacer solo la misión. —lo mira con el rabillo del ojo al andar— Tal vez, la cerveza le afectó. ¿Tú?... —emite una risa burlona— No puedo creerlo. Se le olvido que tú eres el más inseguro y tranquilo del equipo. ¿Tú que puedes hacer?. —sonriendo ampliamente.
—Jake... —evita el verlo— So-Solo recuerda, lo que hay que hacer y enseguida hay que regresar. No busques problemas, ni mujeres por favor. —con voz muy baja y serena.
—Si, si, si. Eso ya lo sé. —lleva sus manos a la nuca y enlaza sus dedos atrás, caminando así con los ojos cerrados. Sin darle valor a las palabras de su compañero.
—B-Bien. —revisa a sus lados— Según veo... la gente sigue estable. Entonces la vida en Estados Unidos sigue su curso.

Siente un golpe contra su hombro y reacciona algo asustado viendo atrás. Pueden ver una espalda femenina pero bien abrigada alejarse. Parece llevar prisa.

—Oh ¿Quién es ella? —cuestiona Jake sin poder dejar de verla.
—Jake... por favor. Te lo ad-advierto —toca con su índice el micro dispositivo de su oreja— Cualquier cosa, le avisaré a Break.
—¡Mira es Break! —señala el cielo fingiendo asombro—
—¿Qué? —se distrae.

Jake, en un ágil movimiento le roba su comunicador y lo guarda en el bolsillo del pantalón. Edric da un respingo observándolo como espantado.

—Devuélvemelo.
—No. Y ahora... creo que tenemos tiempo de averiguar. ¿Por que esa chica se veía triste y apresurada?. —se lanza a seguirla, buscándola con su mirada.
—Jake. No puedes hacer esto. —intenta levantar el volumen de su voz.


No le queda más, que ir tras su compañero. Jake, la detecta a lo lejos y la mantiene en la mira, guardando su distancia al perseguirla y siendo muy sigiloso. Se puede decir que Jake es todo un maestro en el espionaje. Es él a quien Break enviaba a espiar, cuando se habían separado de la asociación.
La desconocida chica los conduce a un "Centro de descanso encapsulado"; así le llaman a un gigantesco edificio que tiene la forma muy similar a la mitad de una naranja, y su exterior lo cubre una capa metalizada que relucía por el sol. Ahí dentro, descansan los difuntos de la ciudad.

—Jake, Jake... —lo llamaba Edric casi en un susurro, yendo tras él muy preocupado.

Su compañero voltea a verlo con el ceño levemente arrugado y pone su dedo índice tieso en sus propios labios, pidiéndole que guarde silencio con un chasquido muy común.
Se adentran hasta las entrañas del lugar. Sintiendo una pared en su espalda, Jake se asoma en la orilla, divisando a la chica que da vuelta y entra a una de las cámaras de encapsulado.

—Vamos. —cuidando su tono de voz. Jake se adelanta.

María contempla un minuto lo que le rodea. Es un cuarto lo suficientemente grande, con retratos de su pelirrojo novio en las paredes, algunas pertenencias del mismo bien acomodadas en las estanterías. Un delicioso aroma a flores que penetra en su nariz, la calma. Son todas esas que ella misma le llevo para decorar y darle más alegría al sitio. Las esferas de iluminación que flotan en el aire, le permiten ver el centro de la cámara. Ahí, sobre un bloque de escaleras, esta la cápsula de Tim a su medida y colocada como si fuera un sarcófago; viéndolo así parece que esta de pie. Lo puede ver a través del cristal que deja admirar su cuerpo sin descomposición. —la cápsula se encarga de eso— Así que ahí esta él, con un rostro apacible y parece que duerme tranquilamente, se ve tan vivo, con la diferencia de que no respira. Pero esta intacto, conservado, como si en cualquier momento abrirá sus ojos y saldrá de esa cápsula para abrazarla otra vez. Casi parece vivir todavía. ¿Por qué? ¿Por qué la tecnología aún no puede revivir personas?.

—Se que te prometí venir más temprano. Vine lo más rápido que pude. —acaricia con su mano su coleta que cae sobre su hombro. Sus ojos no pueden dejar de ver el rostro de su amado difunto— Te extraño... Tim. Te extraño tanto. —con voz ahogada por el sentimiento que hace a sus ojos brillar— Tú... ya no puedes escucharme, pero... —toca con sus dedos el vidrio que le impide sentirlo— El verte así... el hablarte así. Me da un poco de consuelo. —levanta una comisura como sonriendo con dolor— Es como si... tú sigues aquí y...

En la puerta abierta. Jake y Edric quedan muy atentos. Sin poder acercarse más.

—Asi que era esto, por lo cual ella tenía prisa, y estaba triste. —murmura Jake.
—Que triste... —desciende su vista— Mejor vámonos. —lo mira un momento— Dejémosla sola Jake. No la molestes.
—Mira. —abre de más sus ojos dirigidos a la chica.

María ha abierto la cápsula de donde se libera un vapor fresco y con aroma a menta.

—Bésame Tim... bésame. —susurra.

Se pone de puntillas para alcanzar los labios fríos pero suaves de Tim, fundiéndose en un beso. Y casi involuntariamente su corazón enloquece y su cálida mano coge la helada mano de Tim.
No puede irse sin sentir su abrazo. Ella misma sostiene los brazos de Tim, cargándolos en sus hombros y acomodándolos de modo que parezca que abraza su cuello, y se acerca mas a él como puede, con sus brazos doblados y manos tocando los costados del cuerpo de Tim. ¿Esta loca? Quizá... pero, para el amor es normal.


—Mira nada más. —se cruza de brazos Jake algo envidioso— Ella prefiere ir abrazar y besar a un cadáver frío y sin gracia. Estando yo acá. —observa a Edric— Dime ¿En que mundo vivimos mi buen Edric?.
—Esta no es tu época, y esta no es tú misión... Jake. Mejor vámonos. —da media vuelta y se dispone a retirarse.
—¡Hey, hey, hey!... ¡Tranquilo pequeño! —de un tirón lo arrima a él— ¿Dime cual es la prisa?.

Se olvidan de cuidar el tono de su voz, al creer que al estar ella envuelta en un abrazo, y sumida en sus sentimientos, no iba a escucharlos. Pero los oídos de María, captan voces, lo que la alarma de inmediato, y dejando a Tim en su lugar, cerrando su cápsula. Se gira y descubre al par de completos desconocidos discutiendo.

—¡Oigan! —les grita molesta y baja los cuatro escalones.


Jake y Edric se detienen a verla. Y creen que sería muy estúpido el huir, por lo que permanecen inmóviles dejándola que se aproxime a ellos.

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En el salón de entrenamiento. Steve con algo en su mano que parece programar, prepara la siguiente prueba. En tanto Lea y Seungri, se colocan los sensores en ciertas partes de su cuerpo que al tener contacto con su piel, relucían con una pequeña y tenue luz.

—Lea quiero que me perdones. —articula tranquila y sinceramente Seungri a su lado.

Callada pega otro sensor en su muñeca. Dejándolo hablar.

—De verdad, lamento haberte... —mirándola.

Sus miradas se encuentran y Seungri calla unos segundos hasta que Lea aparta su vista.

—Por favor.
—Esta bien. Olvídalo ¿quieres?.

Una sonrisa de satisfacción aparece en Seungri.

—Ya no te dejaré que vuelvas a hacerlo. —añade viéndolo detenidamente.
—Oye. Eso quiere decir ¿Qué dejaste que te besara? —su sonrisa crece más hasta mostrar sus dientes.

Lea aprieta sus dientes con una expresión de disgusto, cuando Steve llega a ellos.

—¿Y ahora que pasa?... —levanta una ceja viéndolos— ¿Van a pelear entre ustedes? ¿O van a pasar la siguiente prueba juntos? —extiende su brazo y su índice apuntando al centro del salón— Quiero que vayan y se pongan a prueba ¡Ya!.

Sin decir nada los jóvenes obedecen su "orden" y caminan hacia donde les indica. Steve niega con su cabeza mirándolos con desaprobación.
Seungri en estas últimas pruebas del día ha conseguido sorprender tanto a Lea como a Steve. Está participando más, esforzándose más, habla menos, actúa más y ya no juega ni hace ninguna broma. Sin lugar a dudas ha cambiado. Y eso inevitable y casi involuntariamente le agrada a Lea. Ya no se siente sola, ni con toda la carga encima. Ahora, siente un apoyo, una ayuda, ahora en verdad puede decir que son un equipo.

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—Tengo un mal presentimiento.

Habla en voz calmada pero segura, Break. Terminando los Alienbots con Greg y Derek. En la sala especial para los robots.

—Ah... Lo sabia... —Derek detiene sus manos y con una sonrisa lo mira— Sabia que te arrepentirías de enviar a ese par de atolondrados a esa misión.
—Bueno... no exactamente. Hay algo más. —sin dejar de trabajar en el mecanismo del Alienbot en sus manos. Ajusta y prepara las armas de ataque que les implantaron, muy concentrado.
—¿Algo más? —cuestiona el rubio angelical de Greg interesado y con una serena sonrisa, aunque también centrado en lo suyo.
—Si... es verdad que fue un error enviar a ese par. Quizá... pero, presiento que algo malo pasará. Me gustaría saber con exactitud que es.
—Oh mi Dios... —de manera sarcástica, Derek vuelve a su labor revisando los implantes de defensa y ataque del Alienbot que le tocaba.
—Si te da pendiente. Yo puedo ir a donde estén Jake y Edric, para verificar que todo este en orden y... podría quedarme para ayudarles con la misión. —se ofrece Greg sonriente pero sin verlo.
—No. Ya siendo dos son demasiados. ¿Cómo la estarán pasando? Jake es bueno en espionaje, pero es tan rebelde, y Edric... —suelta un suspiro profundo— Son tan torpes. «Mejor hubiera enviado al androide, yo tengo que vigilar el trabajo con los Alienbots. Creo que ya es muy tarde. »

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En el cuarto de reposo de Tim. María los revisa visualmente de arriba abajo, encontrando un tanto extraño su atuendo. Sus cuerpos enfundados de un pantalón y camisa con mangas, y hasta el cuello, con un material por lo visto resistente, pero ligero, completamente en negro y en los hombros, codos, rodillas, muñecas y cuello los cubría una especie de armadura delgada de plata lisa. ¿Qué son?.

—¿Desde cuando están aquí? —con una expresión interrogante, tomando su distancia de ellos.
—Hey mujer relájate. No te haremos daño. —Jake acerca su mano como si quisiera tocarla.

Edric permanece enmudecido y mirando el piso, su flequillo café impide ver su rostro, mientras pellizca por nerviosismo su manga izquierda.

—¿Por que visten así? —tratando de ignorarlos— Raros. —se encamina a la puerta para salir.
—¡Oye! ¡Espera! —va tras ella Jake, seguido por su tímido compañero.

María al saber que la persiguen acelera el paso casi huyendo de ellos con temor.

—¡Váyanse! —les grita recorriendo el pasillo del sitio.
—¡Sabemos todo sobre el Haarp! ¡Y también como vencerlo! ¡Tenemos un ejercito bien preparado! —exclama yendo tras ella queriendo desesperadamente llamar su atención.

Incrédula, María no puede evitar el reírse de lo que dice. Ni se detiene para verlo.

—¡¿En serio?! ¡¿No me digas?! ¡Par de locos!. ¡El Haarp es invencible aceptenlo!

Vocifera sin dejar de caminar apresuradamente. Da vuelta en otro pasillo y desciende en un elevador donde también bajan Edric y Jake. Al tocar el piso más bajo ella echo a correr y Jake sin rendirse sigue su ritmo.

—¡Se que suena a una locura y es difícil de creer! ¡Pero puedo demostrártelo! ¡Por favor, escúchame!

A un paso de salir del edificio hace un alto y lentamente se gira para verlos suspirando.

—No puede ser. —resignada, se cruza de brazos prestándole atención— Adelante, te escucho.
«Si no, no me dejará en paz. »
—Primero tienes que saber de donde vengo y cual es nuestro plan.
—Jake... no creo que sea buena idea. Déjala ir y vámonos —musita detrás de él.
—Tú calladito amigo... —viéndolo de reojo con una leve sonrisa.

María enarcando una ceja lo escucha atentamente. Jake le resume todo. Revelando que vienen del futuro, aún dominado por el Haarp. Contándole sobre su líder Break. Los Alienbots y lo que planean hacer para destruir el Haarp. Dejando a María con una mueca de incredulidad, muy perpleja.

—¿Y crees que yo te voy a creer ese cuento?. Te felicito, te haz inventado algo muy bueno en tan poco tiempo.
—Deberías creerme. ¿Te gustaría recuperar la libertad del mundo? ¿Que todo sea como antes?

Responde con silencio, mirando a otra parte para evitar su mirada.

Ha dado justo en el clavo. Ese es el más profundo deseo de María, lo que la hace recordar sus luchas con su grupo de manifestación. Ese deseo se ha intensificado desde que el sentimiento de venganza frustrada nació en ella. Lo que hace a su corazón vibrar. Quiere responder: ¡Si, claro que si!. Pero no puede hacerlo. Mantiene su boca cerrada cual labios de cera.

—Si es así. —continúa Jake— Deberías unirte a nosotros.
—Jake... —apenas lo toca con su codo. Bastante preocupado e intranquilo.
—Yo...

Tan pronto como logra articular esa palabra la chica. Cinco agentes del Haarp salen detrás de los muros, y puertas del sitio, rodeándolos.
Jake, Edric y María quedan atónitos y como congelados. Es inesperado, y peligroso ¿De donde salieron? ¿Por que están aquí?.

—¡No se muevan! —espeta uno de ellos y los cinco los amenazan con sus armas de láser.


Están alarmados pero no lo demuestran. Han caído en la red y  no pueden escapar. Están atrapados, están en graves problemas.

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2 comentarios:

  1. *o* sin duda me encanto este capitulo!! ♥
    XDD ,e dan risa jake y edric


    —Mira nada más. —se cruza de brazos Jake algo envidioso— Ella prefiere ir abrazar y besar a un cadáver frío y sin gracia. Estando yo acá. —observa a Edric— Dime ¿En que mundo vivimos mi buen Edric?.
    —Esta no es tu época, y esta no es tú misión... Jake. Mejor vámonos. —da media vuelta y se dispone a retirarse.
    —¡Hey, hey, hey!... ¡Tranquilo pequeño! —de un tirón lo arrima a él— ¿Dime cual es la prisa?.


    XDD edric insistia en irse y jake ni le hizo caso pobre D: deseguro brak los va a regañar pero jake tiene razón Maria puede unirse a ellos :D
    Seungri ya cambio :O me pregunto por que? ¬u¬ algo tuvo que ver Lea o como dicen EL AMOR TE CAMBIA! XD ♥
    ahh que pasa con esos tres? tendrán que enviar a un alienbot o tendrán que ir los demás a ayudarlos? que INTRIGAAA!! ♥

    simplemente genial!!
    esperare el que sigue :D

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  2. o dios mio no puede ser los encontraron asdsa siguelo y dios lea y seung jejeje esos terminaran juntos quiero el siguiente capitulo

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