viernes, 27 de diciembre de 2013

HILO ROJO [ Capitulo 1 ]





                     Capitulo.- 1




Las llantas de la camioneta blanca de José ruedan por las calles de San Pedro, Monterrey. Van en camino a la fiesta de uno de sus amigos, que está cumpliendo años.
Es fin de semana, y aunque tengan mucho tiempo libre, falta poco para que empiecen a trabajar en su nuevo material discográfico, por lo que tienen que aprovechar para divertirse ahora, que es posible.

El cielo ha oscurecido pero aún es temprano. Cuando al doblar una esquina, estando a unas cuadras de llegar a su destino, una mujer joven de cabello claro, quien distraída viendo el suelo no se percata de la venida de la camioneta. Cruza por enfrente obligando a José a pisar de golpe el freno escuchándose el rechinido que hace a la chica sobresaltarse y ver el auto con sus ojos muy abiertos.

—¡Fíjate güey! —grita Ricardo desde atrás.

 Muy indignado José espera a que la chica reaccione y se mueva para poder seguir su camino. Pero la chica está inmóvil, aún asustada lo que provoca que el calor en José incremente y arrugando el ceño golpea con su mano el claxon tres veces.

—¿Por qué no se mueve? ¿Esta idiota o qué?

Empieza a perder la paciencia.

—Tranquilo güey, está asustada, ya se tendrá que ir. —intenta calmarlo Jorge, sentado a un lado de Ricardo.

Segundos después, la chica sigue ahí  hurgando en su bolso como buscando algo, para finalmente extraer un inhalador. Siente una opresión en el pecho desde que se llevó el susto, así que se apresura a usarlo pero se le resbala de sus manos cayendo al pavimento.
Atrás de la camioneta de José se detiene otra y pueden escucharse los pitidos de la persona que protesta.
La chica ignorando todo aquel alboroto ya que no puede respirar bien a causa de su padecimiento. Mira como su inhalador rueda en el suelo y se inclina a recogerlo casi ahogándose, no hay nada que le importe más que respirar.
José desesperado sale del auto y sus amigos intercambian miradas como sabiendo que ocurriría eso. Arturo por su parte ríe y cruza sus brazos como poniéndose cómodo en el asiento del copiloto.

—Esto se está poniendo bueno.
—Se ve que la chica necesita ayuda. —comenta Ricardo un tanto preocupado.

La joven usa su inhalador y respira ruidosamente, como recuperando el aliento con más tranquilidad tocando su pecho plano, y al levantar su mirada puede ver como un hombre desconocido camina hacia ella. Lleva gafas de sol a pesar de ser noche, y una camisa roja con los dos primeros botones abiertos dejando ver una cadena de oro. De pronto José la sujeta de su delgado brazo y de un tirón la acerca a él.

—¿Qué crees que haces?. Quítate de en medio ¿Quieres que te atropelle?
—Lo…lo siento. —evita ver sus ojos intimidada.
—¡Anda ya vete! —la suelta.

Esa torpe y rara mujer de aproximadamente veinte años, se echa a correr para terminar de cruzar la calle y José la sigue con su mirada, hasta que la pierde de vista. ¿Por qué le llama mucho la atención? «Tal vez porque es muy tonta, jamás había conocido a alguien tan idiota que se quedara parado en medio de la calle. Seguro tiene algún problema mental» Pensó.
Ya se habían ajuntado otro par de camionetas atrás. Y José regresa al volante arrancando sin decir una palabra a sus amigos, pero tampoco sin relajar su ceño. Los demás prefieren no hacerle preguntas y ni un comentario al respecto. Así que mejor retoman el tema entre ellos, dejando a José excluido de la conversación, pero no le importa.
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Aquella joven abre la puerta de su casa y pasa con una sonrisita. Es una casa lo bastante grande como para que vivieran diez personas, pero se encuentra muy vacía. Solo ella y su esposo viven ahí, como le gustaría llenar su casa de hijos. Por desgracia a sus veinticinco años no puede concebir… es estéril. Y sufre asma.
A pesar de que el tener hijos siempre fue su sueño más grande, antes de enterarse de dicha noticia, jamás ha caído en depresión, ni ha desaparecido su sonrisa impecable.

Está tranquila, siendo su día libre en el trabajo, tuvo la oportunidad de ir a comprar su medicamento para controlar su asma, y seguir con su tratamiento, porque su esposo nunca la lleva, ni se encarga de eso, ella tiene que ir en taxis y caminar lo más que puede si desea cuidarse. Claro, ella lo paga todo con su dinero.
Es como si aún casada sigue estando sola, muy, muy sola. Su marido la tiene en privación, sin embargo ella se esfuerza para ser feliz, porque quiere serlo.

En su habitación toma asiento en un sillón y agita los botecitos para echar en su mano algunas pastillas. Tomándolas con un trago de agua.
Su celular vibra anunciando una llamada, y sabiendo de quien se trata contesta.

—¿Hola?
—¡Victoria! ¡¿Por qué no me llamaste?! ¡Te dije que me llamaras! —la voz de su esposo, rabioso.
—Perdón, estaba con el médico. Fui a comprar…
—¡Olvídalo! Pobre de ti que llegue y no esté la cena lista, tengo mucha hambre.
—¿No has comido? —alza sus cejas— ¿Cena? ¿No vas a cenar en otro lado? Creí…
—¡Ya cállate! Hoy quiero que me hagas la cena. Ya dije.

Victoria mira abajo con una expresión que indica miedo.

—¡Sí!

Su esposo le cuelga, y ella se apura a ir a la cocina para preparar algo que le agrade. Tiene que quedar perfecto y delicioso, de lo contrario…pagará las consecuencias.

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No es más que una fiesta de las que está acostumbrado. Todos están borrachos, es un ambiente intenso, justo como le gusta, incluso hay descontrol. Algunas chicas andan por ahí semi-desnudas exhibiendo sus grandes senos. Y algunas escenas de parejas dándose amor de más, ya deberían ir a un cuarto. En otra parte a iniciado un pleito.
Hay una chica curvilínea y con un escote pronunciado, muy cerca de José. Su cabello es negro y lacio hasta la cintura, ella no se ve muy ebria, pero no se separa de él, su brazo permanece enganchado al de José, claramente ilusionada, enamorada. La forma en la que lo mira la delata.
Cree que ya es todo suyo, han estado saliendo para encuentros sexuales, hasta ahora le ha dado por su lado, lo ha complacido en todo, solo está esperando el resultado, el premio. Por otro lado José solo la está usando, por más que ella le diga que lo quiere, él jamás le creerá, desde hace mucho tiempo que ha perdido la fe en el amor y ya no cree en las mujeres. Su corazón se ha convertido en piedra. Para el, ellas solo son “placer carnal” y ya.
Así que la lleva a un sitio más privado, y donde la música se oye ahogada, todavía adentro de la casa de su amigo.

José ha dejado de beber para fumar un poco. No está muy embriagado sigue estando consiente, el alcohol no fue demasiado, y los primeros efectos desde hace bastante que sabe controlarlos.
Ella admira sus ojos, probablemente el mayor atractivo que posee. Tiene una mirada muy profunda, absorbente y enigmática, en donde fácilmente se puede perder cualquiera que se atreva a mirarlo a los ojos.
Con su espalda en el muro. José aleja de su boca el cigarrillo que sostiene entre sus dedos y exhala el humo directamente al rostro de la mujer. Levanta una comisura formándose una sonrisa ladina, y con picardía.

—Entonces… ¿quieres?. ¿Justo ahora? —con esa voz ronca, le insinúa.
—Ehm…

Clavando su mirada en sus ojos, una mirada insegura.

—Lo que quiero es algo más. Ya te lo había dicho antes ¿Si lo recuerdas? —sonriéndole pone sus manos contra el pecho de José, deslizándolas de arriba abajo.
—Ah, sí. —aparta su visión de ella y lleva el cigarrillo a su boca con desdén.
—Y...¿qué dices?. ¿Damos el segundo paso? —endulza su voz— Yo si quiero. —con sus manos toca su pecho y frota sus rojizos labios en el cuello de José, besándolo delicadamente— ¿Y tú? —musita en su piel.

Para José, sus palabras, acciones y ella, no significan nada. No fue más que un juguete del cual ya se aburrió y quiere desecharlo. Así es esto para él, así de simple…siempre.
Sin poder contener una risa, José tira el cigarrillo al piso y con una mano la separa de él viendo sus orbes oscuros al igual que su lacio cabello.

—Hasta aquí Abigail. Esto se acabó ¿Entendido? —con una expresión como aguantando una risa.
—¿Qué? Pero… tú…yo…yo —baja su mirada— Creí que terminaríamos juntos, de una forma seria. Yo, hasta creí que me amabas. —con un semblante que señala angustia.
—Nunca te dije que te ilusionarás, ese fue tu error. Adiós. —dándole la espalda se marcha.
—¡E-Espera Pepe!

Acelera sus pasos, sonando el taconeo para alcanzarlo.

—No, tú no me llames así. —sigue adelante sin detenerse ni mirar atrás— No eres nadie, para llamarme así.

La mujer se rinde y solo lo ve irse lejos. Enmudecida y sin poder hacer más. Sus lágrimas fluyen por sus mejillas como ríos, derrumbándose al suelo apoyándose con sus manos, para sostenerse

Otro corazón más, es un corazón más que cae en las frías manos de José y se hace pedazos. 

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Transcurren un par de días. Su nuevo material tiene que irse creando de una vez. Y todo el grupo ha empezado a hablar sobre el tema principal del disco, entre otros detalles.
Reunidos en la sala más grande en casa de Ricky, mientras se deleitan de whisky.

—Es que yo creo güey, que me voy a tener que ir a Estados Unidos. —comenta José probando un trago de whisky.
—¿Por qué güey? —pregunta Ricardo interesado.
—Aquí en Monterrey no voy a poder concentrarme, inspirarme. Necesito tranquilidad, paz, silencio. Y aquí siempre están los amigos, familia, fiestas y más fiestas.
—Ah ya. Vas a hacer lo mismo que cuando compusiste Poetics. —habla Arturo sentado cómodamente y con una sonrisa burlesca— Te vas a ir a un ranchito. Completamente solo… —su sonrisa se ensancha— ¿Cómo vas a aguantar tanto sin vieja güey?

Con su mano hace una señal obscena cerca de su entrepierna y se le escapa una risa. Seña que es comprendida por todos y les causa gracia. Excepto a José quien lo miró sintiéndose ofendido.

—Eso no debe importarte güey. —lo mira José muy serio, aunque ya está acostumbrado a los comentarios de Arturo— Necesito hacer buenas canciones, como en Poetics. Y quizá funcione de la misma manera.

Pasa su mirada a su alrededor viendo a los demás.

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Otra vez es de noche. La luna en lo alto rodeada de estrellas esparcidas por el oscuro cielo. A lo lejos se puede divisar el “Palacio de Hierro”. Un centro comercial en San Pedro. Su exterior brilla en colores cambiantes por toda su extensión.
José ha ido a ese lugar para comprar un par de cosas que necesita antes de partir a E.U. Tiene que prepararse bien.

Iba subiendo por la larga escalera eléctrica cuando en la planta baja alcanza a ver como un hombre empuja a una mujer de cabello en ondas color caramelo y una vestimenta muy femenina. Usa una falda hasta las rodillas, una blusa hasta el cuello con holanes en su pecho plano y zapatillas. ¿La ha visto antes? Le daba esa sensación de conocerla. Pero es  muy distinta a las mujeres que está acostumbrado a ver. Se ve tan reservada su forma de vestir, tan femenina como infantil. Un momento…ese hombre le ha estirado el cabello, y lo que le grita llega hasta sus agudos oídos. La gente que pasa por ahí es muy indiferente, solo ha capturado la atención de algunos guardias. ¿Qué le pasa a ese hombre? ¿Está loco?.
Al llegar más arriba le es imposible seguir contemplando la escena que se desenvuelve abajo. Sale de las escaleras eléctricas y avanza rápido por los pasamanos de la orilla en la segunda planta del centro. Desde ahí echa un vistazo al hombre y la chica. La está zangoloteando, la sacude con violencia. «Esa chica es…» La imagen de la chica asmática que casi atropella aquel día le viene a su mente. Sin duda es la misma, no puede haber otra igual o semejante, es inconfundible. ¿Quién en todo Monterrey, se vestiría así? ¿O quién puede ser tan torpe? ¿Quién puede ser tan preciosa?.
¿Preciosa? ¿Qué acaba de pensar? ¿En verdad cree que esa mujer desconocida y extraña que parece que viene de otro país o época es preciosa?
Pero espera, ese hombre no se detiene, sigue maltratándola, gritándole y los estúpidos guardias no hacen nada, más que preocupados parecen entretenidos. ¿Por qué? ¿Por qué nadie hace nada? El mundo es tan horrible. Una criatura tan débil y tonta como ella no sobrevivirá mucho. Es como ver a una muñeca de porcelana en las manos de un niño travieso.
¿Debería ir a ponerle un alto a ese tipo? ¿A golpearlo, a defenderla?.

¿Por qué tiene que ser un héroe? Tan solo el pensarlo es ridículo, esto no es una Novela, ni tampoco un cuento de hadas, esto es la realidad. Que ella lo enfrente, que ella lo aguante, a él no le interesa.
Le sorprende el esfuerzo que hace para despegar su mirada de ella ¿Por qué fue difícil? Como si fuera un imán, lo atrae, lo llama…lo atrapa.
Aunque ya no esté viendo la escena y entra a una de las tiendas sigue pensando, recordando, sigue presente. ¿Por qué?
Qué tontería...mejor piensa en algo más relevante, como en el nuevo material del grupo.
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¿Qué es lo que mantiene a Victoria con ese hombre con el que está casada?. Él, la ha hecho creer que como mujer no vale nada, ya que no es virgen, no puede tener hijos, y es asmática. La convence que nadie, absolutamente nadie querría a una mujer tan inservible e inútil como ella, que no tiene una pizca de valor. Por lo menos eso la hace creer, que solo él puede estar con ella, porque a pesar de saber lo de su esterilidad y asma no la abandona.
Por eso Vicky sigue con él, cree que tiene razón en lo que dice, ya que al ser mayor por siete años debe tener más experiencia. Supone que conoce cómo piensan los hombres.

Es una noche más que la ha golpeado, por no ser perfecta en todo, ni hacer las cosas justo como el desea. Los moretones en sus brazos y cerca de sus ojos quedan gravados en ella. Aun sintiéndose adolorida se acuesta incomoda entre los brazos de su esposo que la estrechan y no la dejan moverse en lo más mínimo y le cuesta el respirar adecuadamente. Pero está acostumbrada…siempre es así.
«¿Esto… es amor? » Se cuestiona en su mente.
»El… solo quiere protegerme. Aunque yo no pueda darle hijos, sigue conmigo y me cuida. Él me quiere. »

Con sus orbes avellana cristalinos, arrasados en tristeza, sintiéndose oprimida entre los brazos de su esposo. Cierra sus parpados.

1 comentario:

  1. XDDD Arturo esta bien idiota y bien grosero XD PERO IGUAL ESTA CURADO

    no te hagas pepe!! te llamo la atencion vicky por ser demasiado torpe e ingenua <3 aww lo mismo pasa con gabo y grey,a el le llamo la atencion por que grey es muy temperamental y grosera ;D .......LO OPUESTOS SE ATREAN!!!!!!! kekek ok ya
    puff que mal por pepe,ya no cree en las mujeres u.u se nota que sufrio mucho! pobre D: pero debe de saber que no todas las mujeres son iguales

    vicky esta muy tontita D: ese tipo nol a quiereee >__<
    D: entonces pepe tendra que irse a USA?
    XDDD me gusta como narras y dices palabras que si conocia pero no me acordaba que significaba XDD estuvo muuy bien ese inicio ERES MUY INGENIOSA ;D
    ayy ya quiero que salga Gabo <3 su mejor amigo kekekek
    ahhh!! nooo yo queria leer mas waa!! T__T
    esperare el que siguee shi shi shi!! esta genial ;D

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